Pues bien, nadie sabe muy bien cómo, pero queramos o no siempre acabamos en uno de estos bares o fiestas en los que no paras de mirar el reloj e intentas mover un poco los pies para que no te señalen con un dedo acusador o tus amigos te animen a bailar algo que a tí te produce más bien ganas de ir al WC.
Eres el bicho raro del grupo. Has descubierto un sitio genial en donde ponen una música estupenda (estupenda referido a nada de los 40 principales, ni nada de música chunda chunda comercial) e intentas llevar a tus amigos aprovechando que están borrachos y siguen frenéticos por haber bailado 3 veces el Waka Waka en el mismo pub. ¿Cuál es el resultado? (lo he probado yo misma)
-Pero...¿esto qué es? -¿Y esto como se baila?
Tú les intentas decir que ésto si que son unos temazos, que no se baila, se escucha y se te van los pies solos, que mañana les pasas una lista de reproducción de Spotify de 200 canciones y ya verás como les gusta...ect ect
Este entrenamiento auditivo lo puse en práctica hace dos años con mis amigos, a día de hoy ellos son los primeros que se vienen a los festivales conmigo, se apuntan a todos los conciertos y lo dan todos en las salas.
Con todo esto lo que os vengo a decir es que no hay que cerrarse nunca a escuchar nuevos tipos de música y que lo óptimo sería que escuchado ya lo que está constantemente taladrándonos los oidos en los medios masivos, pasáramos a aquellos que desconocemos, lo alternativo y underground.
Antes lo teníamos mucho más difícil para escuchar música "un poquito diferente", pero a día de hoy con internet, las descargas gratuitas, Spotify, Youtube y los cientos de blogs musicales que existen, es casi un pecado quedarnos sólo con los números uno de las grandes cadenas de radio.
"La cultura comercial es la que viene a nosotros, pero la underground es la que tenemos que salir a buscar"
Artículo que he publicado en http://revistaduality.com